Si desea evitar sorpresas desagradables, es fundamental que esté bien informado acerca de las opciones de almacenamiento disponibles para su proyecto. La primera diferencia radica en el tipo de almacenamiento, que puede ser cubierto, abierto o semiabierto.
El almacenamiento abierto es al aire libre y apunta a mercancías que sean resistentes a los elementos, a la corrosión y la erosión.
El almacenaje semiabierto, está parcialmente descubierto pero cuenta con cobertura contra precipitaciones (tres muros y un techo). Es utilizado comúnmente para almacenar materiales de construcción y vehículos.
El almacenamiento interior se realiza en un espacio completamente cerrado. Cuenta con varias subdivisiones, entre ellas, espacios a temperatura ambiente, espacios refrigerados (las primeras entregas de la vacuna de la Covid19 fueron almacenadas en estos tipos de espacios), depósitos aduaneros (destinados a mercancías que normalmente tendrían altos costos de mantenimiento por su condición fiscal), espacios destinados a cargamentos peligrosos (objetos altamente inflamables, venenosos, radioactivos o aquellos incluidos en los estándares IMO y Hazmat) y otros almacenes que se dedican a mercadería especial con particularidades propias que le diferencian del resto. Cada una de estas alternativas puede o no, ser la indicada para sus necesidades. Contáctenos para conocer más.